OPEP, chantaje de EE.UU. y encuentros | Blog | teleSUR
11 noviembre 2015
OPEP, chantaje de EE.UU. y encuentros

La Cumbre de gobiernos miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), está signada por la obligación de tomar medidas que protejan el precio justo y protejan las economías de sus países,  más allá de que algunos de sus miembros estén estrechamente comprometidos en una relación de dependencia y subordinación con el gobierno de Estados Unidos de Norteamérica (EEUU)-

El Presidente de Venezuela, Nicolás Maduro defenderá los precios del petróleo

Entre otras cosas, de no existir tal subordinación de parte de algunos de los principales productores de petróleo y miembros del cártel de la OPEP, el gobierno que preside Barack Husseín Obama no hubiera alcanzado el éxito rotundo que ha significado su boicot a los precios petroleros y el sometimiento de las cuotas de producción,  que por la vía del petróleo sucio, es decir, del petróleo de esquistos por  fracking o fractura hidráulica  no hubiesen alcanzado el sesenta por ciento (60%) de la producción de todo el petróleo del mundo, porque los países miembros de la OPEP sólo producen treinta millones de barriles diarios de petróleo, lo que no cubre la mayor parte de la demanda mundial, pero sí buena parte de ella, además de que una alianza estratégica y racional,  que  sea celosa de la preservación del planeta con producción y precios justos,  es posible y echaría por tierra, ya no la amenaza,  sino el chantaje y agresión de EE.UU. sobre el resto del mundo, con las prácticas de dumping en lo comercial, el chantaje político y el genocidio para apoderarse del petróleo y el daño a la corteza terrestre que nos pone a las puertas de la destrucción del planeta en cualquier momento.

Esta Cumbre o Encuentro de alto nivel, no hay dudas de que arrojará beneficios comunes, siempre y cuando no haya traición de algunos de los países miembros,  en el sentido de alabar las estrategias que en este encuentro surjan, mientras que detrás del mostrador esté vendiendo no sólo a los países productores, sino también y,  fundamentalmente, a  los países dependientes del petróleo, es decir, a los no productores.

Aún  así, a lo interno de cada país miembro de la OPEP, esta Cumbre servirá efectivamente, para que decida a qué atenerse y cuáles estrategias y tácticas asumir, de manera que pueda  garantizar no sólo la  producción a  precio justo,  sino también, para proteger la producción y soberanías nacionales,  porque de lo que resulte en esta Cumbre o encuentro, que no es el primero de los últimos dos años, servirá de base para que el genocida gobierno estadounidense decida en qué momento arremeter contra países productores de petróleo, como  Venezuela, ejecutando la Executive Order, al igual que sobre Siria y otros países de la gran nación árabe, amén de la  traición que Obama manosea  contra el  gobierno de Arabia Saudita,  toda vez que satisfaga primero sus intereses, mientras que, por ahora, el gobierno estadounidense pretende marear como un aliado al que no le importará destrozar cuando no le sea útil a sus intereses imperiales, toda vez que por ahora,  en el Pentágono sienten que han sabido doblarle el brazo a los sauditas, con una aparente amistad recíproca.

En todo caso, los países miembros de la OPEP no pueden permitir que el petróleo esté a un precio a  pérdida como viene sucediendo gracias a la estrategia estadounidense, hecho macabro que ha sido  vehementemente denunciado por el presidente venezolano Nicolás Maduro, por cuanto lo justo es que el  petróleo debe posicionarse en una banda de flotación entre los noventa y cien dólares por barril, que bien puede comenzar con una venta y una agenda de ofertas  atractivas  que partan  de los setenta dólares por barril como oferta inicial.

Pero, ni por separado cada país productor, ni sólo los miembros en colectivo de la OPEP podrían derrotar al imperio decadente y su dumping en cuanto a los precios. En primer lugar, los países miembros de la OPEP deben deslastrarse de la trampa cazabobos  aquella que predica que “la OPEP no es un cártel”, en la que han caído y hacen de colaboracionistas del imperio decadente y sus aliados parásitos de Europa, cuando alegan que a propósito del numeral  3 de su fundación, éste concepto de “cártel” apunta hacia una organización que se encamina hacia el acaparamiento y la especulación, sin detenerse en el daño que pueda ocasionar a los consumidores, sin percatarse que tan puritana visión sólo buscaba alejar a la OPEP de aliados estratégicos como Rusia, China o Ecuador, para estabilizar los precios del mercado sin que se estigmatice ingenuamente a otros cárteles petroleros.

Según  este argumento en el que se enuncia una verdad y el espíritu noble para ocultar una mentira, nos referimos al ordinal 3º de la resolución que le sirvió de base a su creación: "los miembros estudiarán y formularán un sistema para asegurar la estabilización de los precios, entre otros medios, por la regulación de la producción con la debida atención hacia los intereses de las naciones productoras y de las consumidoras y a la necesidad de asegurar una entrada estable a los países productores, un abastecimiento suficiente, económico y regular de esta fuente de energía a las naciones consumidoras y una justa ganancia para su capital a quienes inviertan en la industria del petróleo".

Pues, resulta que dicho principio enunciado no está en peligro, sino que deben protegerse los intereses enunciados por los miembros de la OPEP, precisamente, adecuándose a la realidad del mercado que es capitalista y no depende de ninguna ley natural,  lo que hace que cualquier cártel, no centre su influencia y mercado solo en el acaparamiento y la especulación, sino en  otras formas de control económico y social,  como  lo es el dumping y la sobreproducción a costa del daño del subsuelo y la corteza terrestre y marina, como lo está haciendo el gobierno estadounidense y sus transnacionales petroleras regadas por el mundo. No se puede competir contra cárteles económico-petroleros actuando adocenadamente como una asociación civil de scouts, más cándida que las redes mundiales de Mc Donalds, que no sólo venden comida chatarra, sino que son el emblema de colonización y dominio estadounidense.

Ojalá,  por el presente y futuro del nuevo mundo multicéntrico y pluripolar, por nuestros  pueblos emancipados y, sobre todo,  por los países dependientes y semicoloniales, no nos dejemos entrampar y desde cada encuentro de alto nivel  se fijen acciones concretas que dobleguen y liquiden la ofensiva sucia que viene desarrollando el gobierno estadounidense y sus transnacionales.


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Perfil del Bloguero
Nacido en Mérida, Venezuela.Narrador y ensayista. Activista político de base, del PSUV. Comunicador de Calle del SiBCI, No. 16004.Profesor universitario e investigador de fenómenos sociales y del habla espontánea.Profesor en Lengua Materna; Magister Scientiae en Literatura Iberoamericana; Doctor en Ciencias Sociales.



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