Guerra anti-terrorismo y sus víctimas mexicanas | Blog | teleSUR
17 octubre 2015
Guerra anti-terrorismo y sus víctimas mexicanas

Hoy hace ya un mes que un grupo de turistas mexicanos fue atacado por aviones en el oasis de Bahariya, situado en el Desierto Occidental del país norafricano; ocho connacionales murieron y seis resultaron muy heridos.

República

Desde el primer momento, el Gobierno de aquel país admitió que fue un error de su Ejército que confundió a la caravana con presuntos terroristas en una zona presuntamente frecuentada por esos enemigos.

Es notable que la prensa corporativa mexicana o internacional omitiera en su cobertura del hecho dos aspectos significativos:

1) No tocaron, ni con el pétalo de una rosa, la figura del general Abdel Fatah el-Sisi, quien funge como presidente de Egipto desde el verano de 2013 cuando lideró un fulminante Coup d’Etat contra Mohamed Mursi, el primer mandatario electo en aquel país tras 30 años de permanencia en el poder de Hosni Mubarak. 

En ese entonces, Barack Obama pasaba vergüenza ante sus aliados porque días atrás Edward Snowden había aireado el singular afán con que las agencias de inteligencia de su país se dedican a espiar masivamente a conciudadanos - sobre todo a los anti-sistema -, a sus socios, adversarios, la ONU y todo cuanto habla y se mueve.

Aunque el huésped de la Casa Blanca insinuó que no le gustaba el proceder del golpista –graduado del Colegio de Guerra de Carlisle y del Staff College de Camberley- se abstuvo de llamar “Golpe de Estado” al Golpe de Estado y llamó a instaurar un Gobierno civil electo democráticamente ¡Justo igual al que acababa de deponer el-Sisi!

2. En su cobertura del hecho, la influyente prensa corporativa también omitió cuestionar el devastador efecto contra los civiles que ha causado la guerra antiterrorista de Washington desde el 11-S. Tal silencio exhibe la patética miseria ética de pseudoanalistas y pseudoexpertosa que recurrieron los medios mexicanos porque ni se ocuparon de abordar éste, que quizás esel ángulo más tenebroso de la llamada guerra anti-terrorista. 

Es sabido que el modelo de “primero dispara y después averiguas” que ha impuesto EE.UU. para combatir a los terroristas, es precisamente el que intenta acotar el Congreso de aquella nación cuando impone restricciones a toda cooperación militar del Pentágono con las Fuerzas Armadas de sus socios. 

Entre esas limitaciones, los legisladores del Capitolio insisten que tal asistencia debe hacerse CON PLENA GARANTÍA A LA INTEGRIDAD de la población civil – los turistas, en el caso que nos ocupa-. No obstante ese requisito del Poder Legislativo de la autodenominada “democracia mundial”, la guerra antiterrorista en Afganistán, Irak, Libia, Yemen y Egipto confirmó en estos 14 años que las principales víctimas han sido, son y serán … los civiles.

En su cable sobre los hechos, la agencia AFP reseñaba así la lucha anti-terror que el país del Nilo importó de U.S.A.: “El desierto occidental es un destino popular entre aficionados de safaris, pero no ha sido un punto de gran actividad miliciana o insurgente. La principal preocupación de la policía y el ejército en la zona ha sido contra el contrabando en la larga y porosa frontera con Libia”. Sin embargo, el 15 de septiembre ahí estaban los turistas mexicanos y los aviones de combate egipcios.

A tres semanas de que perecieran ocho connacionales y seis de ellos retornaran heridos a su país, el gran respiro de alivio provino de las autoridades mexicanas. Detrás de esa expresión está el comunicado del Gobierno egipcio de que directamente acordaría con cada víctima el monto de la indemnización. Ningún “líder de opinión” dentro y fuera de México preguntó, investigó, cuestionó o simplemente citó cuál era la razón detrás de tal decisión y cuál era entonces el rol del Gobierno federal frente a sus ciudadanos afectados por la extraterritorialidad de un modelo bélico contra el terrorismo. ¡Pero como no se formuló la pregunta, tampoco hay respuesta o explicación!

A un mes de sufrir por error el fuego indiscriminado del ejército del país al que llegaron dos días antes con la ilusión de visitar, los familiares de los fallecidos y los sobrevivientes debían saber que fueron víctimas colaterales de una guerra antiterrorista cuyo modelo e implementación ha sido respaldado por su propio Gobierno.


teleSUR no se hace responsable de las opiniones emitidas en esta sección




Perfil del Bloguero
Internacionalista con investigaciones en: Política Exterior, Seguridad Nacional, Inteligencia, Energía y Militarización. Articulista en diarios y revistas. Colaboradora en programas de radio y televisión.



Comentarios
0
Comentarios
Nota sin comentarios.