ALBA-TCP, UNASUR, MERCOSUR, CELAC Y PETROCARIBE | Blog | teleSUR
14 abril 2016
ALBA-TCP, UNASUR, MERCOSUR, CELAC Y PETROCARIBE

Más que consignas y siglas para encuentros de buena voluntad, a partir del nuevo mundo multicéntrico y pluripolar que ha emergido a escala planetaria, como una necesidad más que como alternativa, para salvar el planeta a partir de una nueva geopolítica antiimperialista, anticolonialista y emancipada, con opción preferencial por la paz, del lado de nuestra América caribeña, han nacido la Alternativa Bolivariana de las Américas – Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP), la Unión de Naciones del Sur (UNASUR), el Mercado Común del Sur (MERCOSUR), la Comunidad Económica Latinoamericana y Caribeña (CELAC) y PetroCaribe.

UNASUR officials move closer to launching the Investment Conflict Resolution Center.

Estos organismos fundan sus bases en la solidaridad y con la intención de proteger a sus pueblos, los que, a fin de cuentas, constituyen la gran nación latinoamericana y caribeña, la que por siglos, con una misma historia de usurpación, explotación y opresión, ha tenido que enfrentarse a toda forma imperial y ha sobrevivido, más que por el entreguismo como colonia, por su carácter bravío y emancipado por su condición natural libérrima.

Hoy, bajo el signo de los nuevos tiempos, las viejas formas de opresión y parasitismo imperial tienden a reeditarse, con las garras del viejo imperio estadounidense, que se ha pretendido único en el mundo, razón por la cual, desde su etnocentrismo egocéntrico enseñado como los estadounidenses o gringos se creen, es decir, los únicos americanos y se autoproclaman como “Estados Unidos de América o United States of America (EEUU o USA), tal vez, porque en el momento de su creación como Estado – nación, pensaban en su ignorancia que los ingleses habían llegado al fin del mundo a donde los mandaron sus dioses a matar indios y poblar dichas tierras, ignorancia aprendida que ha servido para que durante todos los siglos XIX, XX y lo que del XXI, sigan replicando dicha mentira y consideren al resto de la América y el Caribe como su patio trasero o solar campestre de donde ellos toman todo lo que se tragan, se ponen y usan, a su antojo.

En fin, nuestra América latinoamericana y caribeña ha tenido que enfrentar con todas las armas posibles la rapacidad imperial del gobierno estadounidense, el que a su vez, reproduce la idiota ideología que los hace creer que están predestinados a cogerse todo a la fuerza, sobre todo, apelando a la principal determinación de las relaciones sociales de producción capitalista: la económica.

Hasta muy avanzado el siglo XX, nuestra historia común fue el fracaso que se repetía como serpiente que se muerde la cola, con el triunfo del colonialista sobre nuestros pueblos, en donde el gigante de siete leguas que estaba predestinado a plagar de miseria a nuestros pueblos, según paráfrasis de lo dicho por el Libertador Simón Bolívar, siempre contó y sigue contando con una trilogía embrutecedora (Emir Rodríguez Monegal. dixit), no sólo del indio, sino de toda la clase trabajadora y de nuestra América mestiza y Caribe mestizo, trilogía conformada por: a) el poder conformado por rastacueriles corruptos de derecha y su propia burguesía criolla; b) el poder militar, que mantenía el orden desde las escuelas prusianas y Escuela de las Américas, que plagaron nuestros cuarteles de parásitos corruptos al servicio imperial y; c) el poder religioso, con una jerarquía eclesiástica de obispos y monseñores que en pleno siglo XX y en el XXI han contribuido en el derrocamiento de líderes y gobiernos revolucionarios de nuestros pueblos y sin aludir a ninguno de los países de esta gran nación latinoamericana y caribeña, todos recordamos los infelices episodios, siempre acompañados por una clerecía que se baja hasta los humildes y los pobres, para insuflarles esperanza de lo incierto como es propio de la ignorancia aprendida y, sobre todo, a enseñarle a que perdone siempre a su asesino y a su verdugo, hasta la consumación de los tiempos, con la esperanza boba que ha atosigado los cementerios y las fosas comunes.

Y contra toda forma de opresión, nuestros pueblos se han levantado, razón por la cual, el gobierno que preside Barack Husseín Obama ha vuelto a arremeter con todas las armas posibles y con toda la fuerza sucia de la política de la opresión, para doblegar a nuestros pueblos y colocar, cual colonias suyas, a simples títeres al servicio del Estado burgués, que es lo mismo que decir, al servicio del colonialista imperio estadounidense.

Es, en esta circunstancia en la que más allá de los líderes revolucionarios de nuestros tiempos, organismos como la ALBA-TCP, UNASUR, MERCOSUR, CELAC y PETROCARIBE, están destinados a agitarse internamente, en cada uno de nuestros países, para:

1. Fortalecer la unidad latinoamericana y caribeña, como una sola nación y con libre albedrío en defensa de la autodeterminación de nuestros pueblos;

2. Enfrentar la crisis global del capitalismo y profundizar la cultura de la solidaridad que trascienda nuestras fronteras y perfile el nuevo mundo multicéntrico y pluripolar a otros continentes;

3. Enfrentar la crisis energética y el boicot del dumping petrolero practicado por EEUU y sus colonias, con un mercado del crudo del petróleo, entre los países productores y no productores;

4. Fortalecer el Sucre como moneda de la región latinoamericana y caribeña, que promueva la dinámica de intercambio además, con el Yuan y el Rublo;

5. Abrir y dinamizar el Banco del Sur y;

6. Expandir PetroCaribe como cartel petrolero del nuevo mundo multicéntrico y pluripolar, que rompa con los viejos esquemas salvajes de opresión y dominación sobre la base energética, propia del capitalismo como realización material del imperialismo. El momento es ya.


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Perfil del Bloguero
Nacido en Mérida, Venezuela.Narrador y ensayista. Activista político de base, del PSUV. Comunicador de Calle del SiBCI, No. 16004.Profesor universitario e investigador de fenómenos sociales y del habla espontánea.Profesor en Lengua Materna; Magister Scientiae en Literatura Iberoamericana; Doctor en Ciencias Sociales.



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