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Publicado 5 agosto 2014



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Dos exitosas biografías revelan todos los detalles escalofriantes de lo que realmente pasó la noche en que murió la sirena de la pantalla de Hollywood, Marilyn Monroe.

Según el libro “Marilym at rainbow’s end: Sex, lies, murder and the great cover up” del aclamado autor y periodista investigador Darwin Porter, Marilyn Monroe murió en manos de cinco mafiosos justo antes de que la estrella rompecorazones planeara una conferencia de prensa que hubiera destrozado las vidas del clan de los Kennedy y el jefe de la mafia Sam Giancana.

Si Monroe hubiera vivido, habría revelado su amorío con John F. Kennedy y Robert F. Kennedy. Y habría divulgado los lazos que unían a JFK con el mafioso Giancana, dijo Porter.

Bobby Kennedy y su cuñado actor Peter Lawford visitaron a Monroe horas antes de su muerte para tratar de convencerla de no hacer público sus secretos, dijo.
Más tarde aquella noche, Monroe fue emboscada por Johnny Roselli, un novio mafioso que dejó su puerta sin cerrar con llave para que los cinco mafiosos entraran, dijo Porter. Los asesinos sorprendieron a la estrella y la durmieron con un trapo empapado en cloroformo. Luego la desvistieron y le introdujeron una sobredosis de barbitúricos en su recto por medio de un enema con una cantidad mortal de hidrato de cloral, un poderoso sedante y narcótico.

“Su amiga íntima y actriz Jeanne Carmen, me dijo que Marilyn pensaba que ella era demasiado grande como para que le hicieran algo. Después de la muerte de Marilyn, Roselli le ordenó a Jeanne que se fuera del pueblo. Ella se mudó a Arizona, dejó de actuar y trabajó de camarera. Eso demuestra el miedo que tenía”, dijo.

En el libro, Porter también explica que después de que JFK ganara la nominación democrática para presidente, Peter Lawford organizó una fiesta salvaje para él en su casa de la playa en Santa Mónica. JFK llamó personalmente a Marilyn para invitarla y sugirió, “Deberías traer una amiga”. Ella entendió la intención de aquella invitación y llamó a Jeanne Carmen para invitarla.

Carmen declaró más tarde que aquella fiesta salvaje en la casa de Lawford degeneró rápidamente en una orgía. Ella dijo que después de nadar con algunos de los asistentes, quienes estaban desnudos, se retiró a una habitación de la casa de Lawford a darse una ducha. Marilyn golpeó a su puerta y le dijo que JFK quería que fuera a su habitación. Carmen rechazó la propuesta en un principio pero Marilyn le rogó, “Deberíamos pensar en esto como si lo estuviéramos haciendo por nuestro país.”

Hay serias dudas de que Marilyn tuviera que rogar demasiado. Sin demasiada persuasión, Carmen entró en la habitación de JFK seguida por Marilyn. El candidato a presidente por los Estados Unidos estaba tendido en la cama en ropa interior. Llamó a Carmen y comenzó a hacerle masajes en los hombros. Le susurró que Marilyn y ella deberían pensar en sí mismas como “pioneras de la Nueva Frontera de los sesenta.” Carmen admitió que finalmente cedió -“estaba abrumada por el extraordinario encanto de Jack, sus cálidas miradas y el zumbido producido por el consumo de alcohol en la fiesta de Peter.”

Mientras miraba hacia arriba tras besar en la boca a JFK, vio cómo Marilyn tiraba su toalla y se acercaba a la cama.

Los amoríos de Monroe con los Kennedy y su relación con el mafioso Johnny Roselli también están confirmados en la apasionante y completa biografía de Jeanne Carmen: “My wild, wild life as a New York Pin Up Queen, Trick Shot Golfer Hollywood Actress”, escrita por su hijo Brandon James.

Según el libro, la vida de Carmen en Hollywood llegó a un brusco final después de que su amiga íntima Marilyn Monroe muriera misteriosamente el 5 de agosto de 1962. A la mañana siguiente, el apartamento de Carmen fue arrasado y saqueado. Ella se cruzó con el intruso y la arrojaron al suelo. El hombre que estaba parado junto a ella era el famoso detective privado de Hollywood Fred Otash, quien a su vez sacó un arma, le apuntó en la cara y disparó. Por suerte, el tambor del arma estaba vacío y del cañón solo salió un ruido fuerte. Carmen se derrumbó y comenzó a llorar después de escuchar la acusación de que el jefe de la mafia de Chicago, Sam Giancana, había matado a Marilyn Monroe en un intento de arruinar las carreras políticas de los Kennedy.

Marilyn Monroe murió el 5 de agosto de 1962. La fascinación y adoración del público por la desafortunada estrella no ha desaparecido. Entonces, ¿quién querría robarle la vida a alguien que era tan querido? “Mucha gente tenía mucho que perder si Marilyn hablaba”, dijo el autor Darwin Porter.

*Texto publicado originalmente en 2013

Para ver el artìculo completo,haz click aquí


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